Pero en esta ocasión queremos hacer mención especial a un acto que tuvo lugar el sábado de fiestas: el Homenaje que el pueblo de Espinosa de Cerrato tuvo a su vecino (ya fallecido) FLORENCIO ARNAIZ. Así, el antiguo edificio de las escuelas, ahora utilizado como usos múltiples, lleva desde ese día su nombre.
Desde aquí queremos alargar ese HOMENAJE y ese RECONOCIMIENTO a la figura de Florencio Arnaiz.
A continuación dejamos el discurso que Naci (su hermana) leyó en el momento del homenaje y de la inauguración del edificio.
Florencio Arnaiz…..Floren….para muchos de nosotros este nombre significó algo más que otro vecino del pueblo, otro agricultor…significó impaciencia, emoción y curiosidad, significaba desplazarnos desde nuestras casas con una silla en una mano y con una linterna en la otra, y llegar hasta aquí lo antes posible para coger un buen sitio y disfrutar de las tan aclamadas y queridas COMEDIAS.
Sin embargo, uno de los rasgos más característicos de nuestro amigo Floren era su “fobia” al protagonismo, lo que hacía, era por los demás, sin esperar ni querer nada a cambio, ni el más mínimo reconocimiento….el calor de los aplausos a sus chicos y las sonrisas y alegría que le aportaban aquéllos jóvenes (que hoy ya no lo son tanto….jeje) eran suficiente para él.
También hoy me gustaría recordar a mis padres…a mi madre que ya está con él cuidándole de nuevo, y a mi padre, que pese a no poder estar en este acto, no deja de tenerlo presente, de llevarle en el corazón.
Para terminar quisiera compartir el orgullo que siento por mi hermano, por lo que hizo, por cómo era…y por otro lado, la pena de lo que podría haber hecho, esa espinita que quizás no sólo yo tenga clavada en el corazón, pero la vida es caprichosa y hemos de quedarnos con todo lo bonito y verdadero que ocurre en ella.
Quiero dar las gracias a Noelia que ya forma parte de nuestra pequeña familia por prepararme este bonito discurso.
Muchísimas gracias a todos por acompañarnos en este día y arropar este acto con tanto cariño, seguro que allá donde esté, habrá estado atento a esta función final.
Gran parte de los que hoy estamos aquí participamos en ellas, de una manera u otra, como espectadores y/o como actores; dos generaciones de juventud unidas y dedicadas a preparar una obra, simplemente por el mero hecho de pasarlo bien y entretener a los vecinos, pero como hoy, ayer tampoco era fácil encandilar a unos jóvenes alocados para seguir unas instrucciones, aprenderse un texto y además actuar en público, pero Él, Floren, lo conseguía, una vez tras otra, hasta el punto en que eran ellos los que le pedían interpretar…sin duda, una gran época, imborrable para todos los que tuvimos la suerte de vivirla.
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